Equipo de esports de una escuela del sur de Tucson triunfa con equipo donado
Un próspero programa de esports en C.E. Rose PreK-8 ayuda a los estudiantes a desarrollar confianza, trabajo en equipo y habilidades STEM, mientras ganan competencias nacionales con recursos mínimos.

En un modesto laboratorio de computación en la zona sur de Tucson, están reescribiendo silenciosamente las reglas del éxito, una victoria a la vez en los videojuegos.
A pesar de la financiación limitada y los desafíos de ser una escuela de Título I, los jóvenes atletas de esports (deportes electrónicos, competencias de videojuegos organizadas a nivel profesional) de la escuela C.E. Rose PreK-8 están superando a escuelas de todo el país, obteniendo títulos nacionales en torneos y demostrando que el talento, el trabajo en equipo y la determinación pueden prosperar en cualquier lugar, incluso sin equipos de alta calidad.
El éxito de C.E. Rose en los esports se debe a dos consolas Nintendo Switch y un cartucho de Super Smash Bros. donados.
Con estos tres artículos, el equipo consiguió dos títulos nacionales en torneos el semestre pasado. Con el inicio de la temporada de primavera, el equipo tiene la mira puesta en otro título.
C.E. Rose es la única escuela K-8 (primaria y secundaria) del Distrito Escolar Unificado de Tucson que ofrece esports. Los estudiantes programan sus propios bots y compiten en equipo contra otras escuelas en todo Estados Unidos.
El programa permite a los estudiantes experimentar con diferentes tipos de software, aprender codificación y ganar experiencia práctica en campos STEM.
Las investigaciones han demostrado correlaciones entre la participación en esports y puntuaciones más altas en exámenes estandarizados. Las escuelas que han integrado los esports reportan una mejor asistencia y participación estudiantil general, según Generation Esports.
Los esports pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades sociales, como el trabajo en equipo y la comunicación, y atraen e involucran a estudiantes que quizás no participen en deportes o actividades tradicionales.
Generation Esports también informa que un porcentaje significativo de estudiantes que participan en esports se identifican como LGBTQ+.
El programa de C.E. Rose comenzó cuando el maestro de ciencias computacionales, Pat Ortega, notó cuánto disfrutaban sus estudiantes diseñando sus propios videojuegos de 16 bits.
"Los estudiantes me inspiraron a buscar algo que les interesara,” dijo Ortega, quien también es el entrenador de esports de la escuela. “Empecé a investigar sobre los esports y descubrí que se practicaban en todo el país, pero no tanto en el área de Tucson.”

Tras recibir la aprobación de la directora Alma Carmona-Alday, Ortega lanzó el equipo de esports de C.E. Rose, que ahora cuenta con alrededor de 40 estudiantes e-atletas (atletas electrónicos o atletas virtuales).
Cada año, más estudiantes muestran interés y la escuela ha comenzado a fomentar la participación desde los grados más jóvenes.
“Nuestros maestros los están haciendo responsables en el salón de clases por su comportamiento y desempeño académico para que puedan participar,” dijo Carmona-Alday.
Los estudiantes compiten en juegos como Rocket League, Mario Kart y Super Smash Bros. Aunque muchos competidores provienen de escuelas con buenos fondos y acceso a equipos de videojuegos de alta gama, Carmona-Alday dijo que C.E. Rose demuestra que el talento y la determinación no dependen de códigos postales.
“Muchos de nuestros estudiantes reciben almuerzo gratis o a precio reducido, y les va tan bien como a cualquier otro niño, independientemente de qué parte de la ciudad sean,” dijo.
Un e-atleta destacado, Leo Granillo, se enfrentó a competidores de secundaria de todo el país en partidas individuales de Super Smash Bros Ultimate. Terminó la temporada como el primer estudiante de C.E. Rose en entrar al top 50 a nivel nacional.
Granillo cero su temporada con una gran victoria en la División Copa de Oro, una categoría de campeonato nacional para los jugadores clasificados entre el 26.º y el 50.º lugar.
"Ganó el evento en el laboratorio de computación mientras toda su clase lo apoyaba y lo animaba desde atrás hacia la victoria,” dijo Ortega. “No podemos esperar a ver todo lo que estará haciendo en los próximos años.”
Una de las figuras clave del éxito del equipo en Rocket League es Steven Taggart, maestro y entrenador de octavo grado.
Taggart, quien también llevó al equipo de fútbol de la escuela a un campeonato distrital este año, ha ayudado a entrenar a los mejores equipos de Rocket League de C.E. Rose mientras ahora luchan por el título nacional.

El programa está comprometido con la equidad e inclusión, dando la bienvenida a estudiantes con discapacidades, estudiantes de educación excepcional y niñas para unirse al creciente equipo.
El maestro de educación excepcional Neil Norzagaray, quien se desempeña como entrenador asistente de esports, dijo que el programa también ha ayudado a los estudiantes a desarrollar confianza y madurez emocional.
"Algunos estudiantes tienen dificultades sociales, emocionales y de comportamiento,” dijo Norzagaray. “Esto les brinda una gran plataforma para practicar cómo perder y controlar sus emociones.”
Aproximadamente el 30% de sus estudiantes se han unido al equipo, y ese número sigue creciendo cada semestre.
El deporte está evolucionando con otras escuelas del área de Tucson, incluyendo las preparatorias Catalina y Pueblo, que están lanzando sus propios equipos de esports.
“Creo que debería ser más grande y debería haber más oportunidades de las que hay,” dijo Ortega.
Él ve los esports como una posible vía hacia becas universitarias y carreras en campos tecnológicos relacionados como la ciberseguridad, el desarrollo de videojuegos, la informática y el marketing.
“No se trata solo de jugar videojuegos,” dijo. “Están aprendiendo a pensar estratégicamente, resolver problemas y adaptarse rápidamente, todas habilidades del mundo real.”
Jon Bialis, donante de Educational Enrichment Foundation (Fundación de Enriquecimiento Educativo) que apoya los programas de esports en Utterback Middle School, dijo que inicialmente se mostró dudoso sobre los videojuegos en las escuelas—hasta que conoció su impacto.
“Yo animaría a quienes tengan dudas a que echen un vistazo a los beneficios y se den cuenta de que es mucho más que simplemente jugar un videojuego,” dijo Bialis. “Programas como este les abren la mente a las posibilidades y hacen que [los estudiantes] se entusiasmen con su educación y sus posibles opciones de carrera.”
Isabela Gamez es exalumna de la Universidad de Arizona y reportera del Foco de Tucson. Contáctala en gamezi@arizona.edu.
El Foco de Tucson es una sala de prensa comunitaria que ofrece oportunidades remuneradas a estudiantes y periodistas emergentes del sur de Arizona. Apoya nuestro trabajo con una suscripción de pago.